Enviado por Paco desde emotionhack_ | Jueves 2 de febrero
¡Feliz jueves! Esta semana, te traigo 1 idea, 1 e_quote inspirador, 2 motivos y 3 tips para mejorar... tu conciencia emocional.
Saber identificar lo qué sientes en cada momento es fundamental para alcanzar tus propósitos. Tratar de encontrar la alegría o la felicidad en estímulos externos (una buena comida, sexo o escuchar música) no terminará de saciarte nunca porque en ellos solo puedes encontrar placer. La felicidad y la alegría son emociones mucho más intensas y profundas que el placer que tienen que ver con estímulos externos, pero también internos. De las tres, la alegría es la emoción más intensa y es la que guarda relación con tus principios y tus valores.
"La felicidad no está en las cosas, está en nosotros." - Richard Wagner
(Comparte esto en Twhttps://ctt.ac/bvgM5itter)
El placer estimula la creación de dopamina, el neurotransmisor de la recompensa. Estar expuesto a estímulos que generan dopamina puede llevarte a caer en la adicción. Por ejemplo, piensa en las veces que revisas las notificaciones en tu smartphone al día.
La felicidad y la alegría, por su parte, generan serotonina, además de dopamina. La relación entre estos dos neurotransmisores es muy importante y ser consciente de que lo que afecta a tu estado de ánimo es la serotonina y no la dopamina te ayudará a evitar caer en la trampa de que la recompensa inmediata frente a la alegría o la felicidad auténticas.
Ser consciente de lo que te da placer es el primer paso para dejar de perseguir aquello que creemos que nos hace felices. El placer suele tener un lapso de duración mucho más corto que la felicidad o la alegría.
El placer siempre va de recibir cosas, mientras que la felicidad encuentra su razón de ser en dar o compartir con los demás.
Mientras que el placer es algo que puedes encontrar sin la ayuda de nadie, la alegría o la felicidad demandan una relación con otras personas. Por otro lado, esa interacción con los demás puede contribuir a evitar que caigas en las trampas de dopamina que están en nuestro entorno.
Para acabar te invito a que pienses…
¿Cuántas cosas que crees te dan felicidad en realidad lo que te dan es placer?
En tu respuesta está tu crecimiento y tu libertad
¡Hasta la semana que viene!
Paco | CEO & Co-Founder de emotionhack_
Pd. Este post ha sido inspirado por otro hacker, el Dr. Robert Lusting. Si quieres saber más no te pierdas su charla. Versión larga | Versión Corta
Enviado por Paco desde emotionhack_ | Jueves 2 de febrero
¡Feliz jueves! Esta semana, te traigo 1 idea, 1 e_quote inspirador, 2 motivos y 3 tips para mejorar... tu conciencia emocional.
Saber identificar lo qué sientes en cada momento es fundamental para alcanzar tus propósitos. Tratar de encontrar la alegría o la felicidad en estímulos externos (una buena comida, sexo o escuchar música) no terminará de saciarte nunca porque en ellos solo puedes encontrar placer. La felicidad y la alegría son emociones mucho más intensas y profundas que el placer que tienen que ver con estímulos externos, pero también internos. De las tres, la alegría es la emoción más intensa y es la que guarda relación con tus principios y tus valores.
"La felicidad no está en las cosas, está en nosotros." - Richard Wagner
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El placer estimula la creación de dopamina, el neurotransmisor de la recompensa. Estar expuesto a estímulos que generan dopamina puede llevarte a caer en la adicción. Por ejemplo, piensa en las veces que revisas las notificaciones en tu smartphone al día.
La felicidad y la alegría, por su parte, generan serotonina, además de dopamina. La relación entre estos dos neurotransmisores es muy importante y ser consciente de que lo que afecta a tu estado de ánimo es la serotonina y no la dopamina te ayudará a evitar caer en la trampa de que la recompensa inmediata frente a la alegría o la felicidad auténticas.
Ser consciente de lo que te da placer es el primer paso para dejar de perseguir aquello que creemos que nos hace felices. El placer suele tener un lapso de duración mucho más corto que la felicidad o la alegría.
El placer siempre va de recibir cosas, mientras que la felicidad encuentra su razón de ser en dar o compartir con los demás.
Mientras que el placer es algo que puedes encontrar sin la ayuda de nadie, la alegría o la felicidad demandan una relación con otras personas. Por otro lado, esa interacción con los demás puede contribuir a evitar que caigas en las trampas de dopamina que están en nuestro entorno.
Para acabar te invito a que pienses…
¿Cuántas cosas que crees te dan felicidad en realidad lo que te dan es placer?
En tu respuesta está tu crecimiento y tu libertad
¡Hasta la semana que viene!
Paco | CEO & Co-Founder de emotionhack_
Pd. Este post ha sido inspirado por otro hacker, el Dr. Robert Lusting. Si quieres saber más no te pierdas su charla. Versión larga | Versión Corta