Resiliencia

Créditos: Unsplash

La importancia de la gratitud en el trabajo

11/17/2021

Ming-ya Wang

¿Cuántas veces has dado gracias en el día de hoy? ¿Han sido agradecimientos sentidos o más bien automáticos?

"No es la felicidad lo que nos hace agradecidos, es la gratitud es lo que nos hace felices", tal como explica David Steindl-Rast en su TED-talk, la gratitud y la felicidad están estrechamente conectadas. Siendo importantes tanto en el ámbito personal como en el ámbito profesional.

Los estudios existentes sobre gratitud la vinculan, entre otros, a los siguientes beneficios: a sentir más emociones positivas, menos estrés, mayor optimismo ante la posible consecución de metas y mejor satisfacción tanto en el trabajo como con tus compañeros.

Por otro lado, si miramos los rankings de por qué empleados dejan su trabajo, entre las razones solemos encontrar el "no sentirse reconocido por la empresa" o "no estar suficientemente compensados económicamente" (por ejemplo), algo que al final son dos caras de la misma moneda: no sentirse valorado (económicamente o emocionalmente). Según varios estudios de Gallup, la conclusión es que sólo 1 de cada 3 empleados en USA recibieron un reconocimiento a su buen trabajo en los últimos 7 días (fuente).

Cómo incluir la gratitud para transformar tu sitio de trabajo

Como siempre decimos, cuando hablamos de soft-skills y de emociones no existe una solución única, a continuación te vamos a facilitar algunos consejos, que pueden servir de inspiración para que implementes soluciones adaptadas a la empresa o contexto en el que te encuentres.

  1. La gratitud es sobre la persona, no sobre sus objetivos conseguidos. Es distinto celebrar un éxito de ventas que aplaudir a una persona por su ayuda. En un caso, estás agradeciendo a la persona por ella misma y su valor, por quién es. Por otro lado, la estás apreciando por lo que hace y objetivos de negocio.
  2. Cada persona le gusta ser agradecida de forma distinta y por motivos distintos, tiene que ser algo personalizado. Del mismo modo que las personas dan y reciben el afecto de forma distinta, también pasa lo mismo con la gratitud. Hay personas que prefieren recibir un reconocimiento público, otras un regalo y otras simplemente les valdrá un agradecimiento sincero. No podemos asumir que la misma estrategia servirá para todo el mundo.
  3. La cultura de la compañía tiene que acompañar, empezando por los líderes. La gratitud no se puede forzar y tiene que estar presente de forma constante. Premiar o agradecer una vez al año, no será suficiente para que la práctica permee en la cultura de la empresa. Una cultura empresarial que abraza la gratitud se verá reflejada en que también se expresará bottom-up, algo que demuestra que los empleados se sienten en un entorno seguro como para poder expresarse. Un ejemplo de posible práctica: añadir agradecimientos en las comunicaciones internas.

Recuerda esta idea: la gratitud importa. Puedes cambiarle el nombre y llamarla reconocimiento, aprecio, agradecimiento, celebración, comunicación positiva u otro, pero recuerda que los mejores líderes consiguen promocionar un ambiente rico en gratitud honesta.

Desde el punto de vista de un trabajador el sentirse apreciado y valorado puede marcar la diferencia entre dejar la empresa o quedarse.

¿A quién vas a agradecer hoy?

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